viernes, 20 de abril de 2012

PENA, ASCO Y VERGÜENZA

Esas son las tres únicas cosas que me produce Anders Breivik. Sí, queridos lectores, este artículo va sobre una persona que mató a otras 77 por el simple motivo de que eran Laboristas, así que si queréis abandonar este artículo porque esta persona solo os da las palabras descritas, lo comprenderé (pronto hablaré de cosas mejores). Si deseais seguir, esto es para vosotros:

Esta personadesde luego no creo que merezca llamarse ``persona´´. Después de asesinar a montones de jóvenes en Utoya, se atreve a aparecer en el juicio con el gesto ultraderechista, a afirmar que lo volvería a hacer todo y a clamar que entre sus planes estaba atentar contra la sede del Partido Laborista (como no) y contra el Palacio Real, además de decir que le hubiese encantado DEGOLLAR a la ex-primera ministra noruega en público, que como ya habréis supuesto era laborista.

Él dice que su juicio solo puede salir con dos resultados: con la pena de muerte o con la absolución. Desde luego, a mí se me ocurre otra solución para el juicio: dejar a Breivik encerrado con los montones de padres que perdieron a sus hijos el 22 de Julio de 2011  en una pequeña habitación, y después de salir de allí (si es que sale), será libre.

Como apostillaje final diré que si su abogado puede dormir tranquilo después del juicio (sea cual sea el final) en el que defendió a..., a...,  a Breivik (no se me ocurre ningún adjetivo) es que él y Anders no son tan distintos.

Nota: También aprovecho para llamar a los lectores del blog a realizar comentarios, pues pese a que el blog sigue progresando en cuanto a visitas se refiere, el número de comentarios no es demasiado boyante.


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