Antes de comenzar con este artículos volvamos la vista hasta el mes de noviembre, en el que ya se avecinaba en España una abultada mayoría absoluta del PP y una debacle del Partido Socialista, que se confirmó en las urnas. El plan de Mariano Rajoy para después de llegar a la Moncloa era simple: ``Echamos a Zapatero, y así Europa se porta bien con nosotros y salimos de la crisis´´.
Pero eso era solamente un cuento, Mariano Rajoy y los 13 ministros y a muchos españoles ya se les han abierto los ojos después de la utopía de ilusión que parecía que traía un hombre gallego al que le gustan las chuches y el vino.
Pero no hablemos del pueblo español, que puede quitar el apoyo a los gobiernos cuando y como quiera, sino que las muchas delegaciones del gobierno en las comunidades; los gobiernos autonómicos. Únicamente en País Vasco, Andalucía, Asturias, Canarias y no del todo en Navarra y Catalunya no gobierna el PP, lo que supone un grandísimo poder autónomico, que solo posee desde hace un año; pero que ya se ha convertido en un arma de doble filo por dos principales motivos:
1. La abstención de Extremadura y CyL en la votación de redución de déficit de las comunidades. En la comunidad extremeña se podría entender un poco más, pues un pacto PSOE-IU echaría a Monago de la presidencia de la Junta, pero en Castilla y León solamente se puede traducir como una sublevación, pues Juan Vicente Herrera cuenta con 53 diputados en un parlamento de 84.
2. Las peticiónes de rescate llevadas a cabo por Valencia y Murcia, y que sin duda subirán. Precisamente estos dos casos son curiosos: son comunidades en las que gobierna el Partido Popular desde 1995 con mayorías absolutas siempre crecientes; en Valencia con Zaplana y Camps (honradez pura) y en Murcia con Valcárcel (que obtiene el 60% de los votos) y por eso esta pregunta es obligada: Si tan buena es la gestión popular, ¿Por qué estas dos comunidades están arruinadas?
Parece que los únicos políticos del PP que se van a salvar de protestas son los concejales de pequeños pueblos, pues como en Villahermosa (Ciudad Real) han dimitido; aunque claro, ¿Qué importan los concejales que no cobran cuando los vamos a reducir en el 2015?
Pero eso era solamente un cuento, Mariano Rajoy y los 13 ministros y a muchos españoles ya se les han abierto los ojos después de la utopía de ilusión que parecía que traía un hombre gallego al que le gustan las chuches y el vino.
Pero no hablemos del pueblo español, que puede quitar el apoyo a los gobiernos cuando y como quiera, sino que las muchas delegaciones del gobierno en las comunidades; los gobiernos autonómicos. Únicamente en País Vasco, Andalucía, Asturias, Canarias y no del todo en Navarra y Catalunya no gobierna el PP, lo que supone un grandísimo poder autónomico, que solo posee desde hace un año; pero que ya se ha convertido en un arma de doble filo por dos principales motivos:
1. La abstención de Extremadura y CyL en la votación de redución de déficit de las comunidades. En la comunidad extremeña se podría entender un poco más, pues un pacto PSOE-IU echaría a Monago de la presidencia de la Junta, pero en Castilla y León solamente se puede traducir como una sublevación, pues Juan Vicente Herrera cuenta con 53 diputados en un parlamento de 84.
2. Las peticiónes de rescate llevadas a cabo por Valencia y Murcia, y que sin duda subirán. Precisamente estos dos casos son curiosos: son comunidades en las que gobierna el Partido Popular desde 1995 con mayorías absolutas siempre crecientes; en Valencia con Zaplana y Camps (honradez pura) y en Murcia con Valcárcel (que obtiene el 60% de los votos) y por eso esta pregunta es obligada: Si tan buena es la gestión popular, ¿Por qué estas dos comunidades están arruinadas?
Parece que los únicos políticos del PP que se van a salvar de protestas son los concejales de pequeños pueblos, pues como en Villahermosa (Ciudad Real) han dimitido; aunque claro, ¿Qué importan los concejales que no cobran cuando los vamos a reducir en el 2015?